domingo, 22 de agosto de 2010

VOLVER A SER UN NIÑO

Perdemos muchas cosas cuando dejamos de ser niños, entre ellas la naturalidad y la espontaneidad a la hora de decir y hacer determinadas cosas. Me he vuelto a dar cuenta de esto observando las preguntas que me hacía el hijo pequeño de 7 años de unos amigos. Él nos ha preguntado cosas sobre la gastrostomía o sobre la atrofia de mis músculos y lo que sorprendía de sus cuestiones era la forma tan natural, tranquila y en definitiva normal de hacerlo. Este mismo tipo de preguntas hechas por un adulto suelen estar llenas de pequeñas meteduras de pata o van acompañadas de expresiones o actitudes poco adecuadas (pena, miedo, condescendencia, lástima...). Te suelen preguntar los padres, si me molestan todo ese tipo de curiosidades de los niños, y lo único que se me puede ocurrir decirles, es que ojala todo el mundo lo hiciese de esa manera. No hay nada más positivo que dar la mayor de las normalidades a todo.

Desgraciadamente con el paso del tiempo nos hacemos adultos y parece que perdemos todas esas capacidades. Creo que el principal problema es que nos educan de tal manera que tenemos prejuicios para absolutamente todo. Deberíamos darnos cuenta de todas las cosas buenas que hacen los más pequeños y aprender nosotros de ellos. Parece que cuando eres un niño, eres capaz de tratar a todo tipo de personas con la mayor naturalidad y sin embargo llega un momento que pierdes todo eso y que no sabes cómo hacerlo. Lo digo desde la experiencia propia porque a mi me ha pasado también y ahora que podemos decir que estoy en el otro lado, te das cuenta de todos estos detalles.

¿Por qué cuando estás enfermo la gente piensa que ya no puedes aportar nada?¿Por qué cuando estás inmóvil y no se te entiende al hablar, hay personas que no te incluyen en las conversaciones? Los niños aunque estés en una silla de ruedas, te hablan, y te dicen lo que piensan, te consideran aunque sea para pelearse contigo por una tontería. Los adultos de pronto te ignoran, te aislan, casi no cuentas en sus planes, etc... Gracias niños por hacerme sentir normal.

No me voy a enrollar mucho porque estoy bastante fatigado. El resumen de todo esto lo daría el estribillo de una canción de LOS SECRETOS:
"Volver a ser un niño, volver a ser un niño".

8 comentarios:

Charo dijo...

Q te voy a decir yo, solo q he respondido a preguntas en estos dias, preguntas normales paranun niño pero no tan normales para los adultos por los prejuicios¡¡¡¡ A los niños hay q dejar q sean niños yn es una situación q gracias a dios no es normal, pero si inusual, hay q responderles con normalidad y q tengan respoeto hacia estas situaciones. Q coño ojalá todos pudieramos ser niños de vez en cuando.,..

mari i jose dijo...

Como siempre Raúl tienes toda la razón. Mi hija (de 10 años) vivió todo lo de su padre con una naturalidad abrumadora, ella lo fue viviendo paso a paso de una manera extraordinaria, con su inocencia nos ha dado lecciones día a día, aún hoy, después de...sigue sorprendiéndome como acepta las cosas y como logra emocionarme haciendo que todo siga con la normalidad que los mayores no vemos...La diferencia de la edad hace que mi hijo (de 18) no acepte "esa normalidad", ni antes ni ahora...y cuesta encontrar el equilibrio que les ayude a los dos...Ojala el mayor, pudiera sentirse de vez en cuando...un poco niño...Los pequeños siempre, siempre nos ganan porque son los más grandes, y los grandes (como tú) también ganais porque tenéis alma de niños...Un besazo. Mari.

Cantares dijo...

Raùl
Que maravilloso serìa recuperar la capacidad de ser espontàneos.
Los adultos "cosifican" a las personas cuando no comprenden, es como si eligieran convertirte en un trozo de madera, asì se ven liberados de toda culpa al destratarte.
Te comprendo, no se si la humanidad alguna vez evolucionarà y lograrà tener la capacidad de ser transparentes y genuinos aùn con muchos años encima.
Esperemos que sì.
Un abrazo enorme para ambos

Anónimo dijo...

Hola Raúl!!

Cuanta razón llevas.

Pero hay otro problema, que si un adulto es espontaneo y directo como un niño también se le suele discriminar y apartar de la conversación y al final se lo trata como un tío raro.

Como bien apuntas todo se vasa en la (mala) educación/programación y que nuestro cerebro puede almacenar demasiada información.

Un abrazo para ambos!!

Mk -Barcelona

Anónimo dijo...

Mis hijos hicieron reir a mi padre durante toda la enfermedad. Les gustaba montarse en la grúa (decían que el yayo tenía mucho morro por poder usarla más que ellos), querían prepararle aquarius con gelatina a todas horas para poder tomar ellos también. Estaban pendientes de todo lo que necesitaba y le daban abrazos y besos a todas horas. Ahora que no está, lo echan mucho de menos. El pequeño de 4 años, le habla y le echa besos al aire porque dice que es una estrella. Siento que mi padre no pueda ver crecer a mis hijos, pero se que ellos no lo olvidarán nunca.
Un beso a los dos con todo mi corazón.
Natalia. Boltaña (Huesca)

Anónimo dijo...

Nós adultos cometemos muitos erros e magóamos as pessoas que amamos muitas vezes sem intencão.Digamos que falta sensibilidade,ou não nos sabemos colocar no lugar do outro.É tudo muito complexo,mas tens razão,as crianças são genuinas. Quem nos dera voltar a ser crianças.
De Portugal um abraço

Unknown dijo...

Bueno creo que los niños son así porque aun no han sido manipulados por la sociedad. La sociedad es quien nos plantea unas pautas y nos dice cómo debemos de ser y de obrar antes ciertas circunstancias. Los padres mismamente a un niño le hacen callarse si ven que hace preguntas indiscretas segun ellos a otras personas.

La naturalidad y la inocencia la perdemos segun vamos creciendo porque asi nos van educando, a ser ser prevenidos y pensar bien lo que vamos a decir para no ofender, y como bien dice Raúl se nota esa pregunta elaborada que hace más daño si cabe que si fueramos directos.

Creo que seria bueno ver que una persona en silla de ruedas es igual a nosotros. Come, rie, llora, es un mortal más, la única diferencia es uqe no puede mover las piernas. Pero esa difetencia no le aisla de sus sentimientos.
Saludos cordiales

Eva Gonzalez (universo18) dijo...

Yo creo que el problema es que cuando somos mayores nos volvemos mas egoistas y artificiales, los niños son naturalidad pura, te duela o no, siempre seran sinceros